Ocurrió en Westfalen, Alemania. Un hombre consiguió comprar cuatro paquetes de tabaco con un billete de treinta euros sin que nadie se diese cuenta. Ni siquiera él. La cajera del supermercado que lo atendió no solo aceptó el billete, sino que le dio el cambio correspondiente al pago. Cuando la empleada se dio cuenta del error el protagonista de esta historia se alejaba del supermercado en bicicleta.
El billete falso de treinta euros tenía la apariencia de uno de veinte: mismo color y mismo tamaño. ¿La única diferencia? La cifra. La cajera que atendió al alemán advirtió a la policía de la falsificación, que sorprendió considerablemente a los agentes, pues no se explicaban con qué intención un hombre querría «colar» un billete que ni siquiera existe, que no está en circulación.
Christoph Menke, un policía de la zona, declaró ante la prensa del país europeo que no encontraban explicación alguna al insólito hecho, llegando a sospechar que la única intención del falsificador era gastar una simple broma. Sin embargo, cuando toda la localidad daba por perdido al propietario del billete, este acudió a comisaría cuando conoció el revuelo del que había sido responsable.
El hombre sorprendió a la policía confesando la verdadera historia que se escondía tras el billete de treinta euros. Según él, unos días antes de hacer aquella compra en el supermercado, encontró en la calle varios billetes falsos con el número «30» impreso. Los cogió para quedárselo como recuerdo y enseñárselos a su mujer, pero se confundió y terminó pagando sus cigarrillos con uno de ellos.
En Alemania se registran más de cuarenta mil billetes falsos al año. Lo cierto es que este tipo de estafas están a la orden del día. Hace tan solo unos días, el pasado 14 de mayo en Vigo, dos varones intentaron pagar un servicio de dos prostitutas con un billete de 500 euros. El servicio tenía un coste de 360 euros.
Los dos chicos intentaron recibir el cambio y, así, salir ganando. Las prostitutas se dieron cuenta de la estafa una vez llegaron a su club de alterne, en la calle Paraguay de la ciudad. Cuando el detector de billetes avisó de que se trataba de una falsificación, las dos chicas de compañía acudieron a la Policía Local para dar parte de lo ocurrido.
Unos meses antes, en enero de este año, varios empleados de un comercio en Oviedo denunciaron un pago con un billete de cincuenta euros falso. La policía logró localizar al estafador y destapar una trama de falsificaciones que eran introducidas desde Italia a través de empresas de paquetería. Esta operación policial logró intervenir más de 1.600 billetes falsos.
En otros lugares del mundo, este hecho está duramente castigado. Hace dos años, en Ciudad de México, un hombre fue condenado a cinco años de prisión por intentar pagar con un billete falso de quinientos pesos (lo que equivale a unos veinticinco euros).
Fuente: Msn.com
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